miércoles, 15 de febrero de 2017

“Hoy no puedo ir a entrenar”

Hoy no puedo ir a entrenar. He despertado de la siesta y sólo tengo media hora para preparar la mochila y llegar al pabellón. No me da tiempo. O sí, pero llegaría un poco tarde y seguro que el entrenador no me deja unirme a la sesión o, en el mejor de los casos, me hará correr hasta que se canse de vacilarme por haber sido impuntual.
Hoy no puedo ir a entrenar. He estado estudiando toda la tarde y se me ha ido la hora. Estoy agotado, no he avisado para que me acerquen al pabellón y está lloviendo sin parar. Aún encima, allí siempre hay diez grados menos que en el resto de metros cuadrados de la ciudad. Aún encima, seguro que voy y enfermo, que hoy nos toca preparación física y con tantos cambios de ritmo me voy a pillar una gripe de caballo y después no puedo ir al cumpleaños del amigo de turno el viernes por la noche.
Hoy no puedo ir a entrenar. Parece que se me está levantando dolor de cabeza. Muy de vez en cuando. Sólo cuando apago la tele y me aburro de ver la vida pasar mientras sigo con el culo pegado al sofá. Mierda, ya ha pasado medio día y tengo todos los trabajos para esta semana sin hacer. Ni de coña me da tiempo de ir a entrenar, ya “pierdo” más de dos horas entre unas cosas y otras.
Hoy no puedo ir a entrenar. Entre el café con unos, la comida con otras, ir a devolver la chaqueta a esta tienda y acompañar a mi hermano a esta otra se me echa el tiempo encima y además estoy derrotada. No creo que al míster le importe, total jugamos contra los últimos de la liga y seguro que algún minuto me pondrá a jugar igual aunque falte.
Y así, todos los días de mi vida durante más de una década que llevo inmersa en este deporte. A los más pequeños, se lo consienten en casa. Les dan la razón. Hoy no puedes ir porque no te da tiempo a hacer los deberes después de estar tres horas en el parque, una y media con ellos de cafetería en cafetería y otro tanto con la tablet o con su móvil para que no molestes demasiado mientras se ponen al día con sus colegas o se quejan de la situación laboral. Mucho mejor el sofá y la consola, que no suponen mayor sacrificio para los adultos que el económico en dotar la casa de tecnologías en cada rincón.
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A los que ya están creciditos no es que se lo consientan, es que se lo prohiben. Has suspendido tres asignaturas este trimestre de tanto tiempo que pierdes con el baloncesto (una hora y media, tres días a la semana), así que ve avisando a tu entrenador de que este mes solo irás a entrenar los viernes hasta que las recuperes. Mientras tanto, no me importa que te encierres en la habitación a subir treinta Insta Stories al día, que te pesen los párpados de repasar Facebook de arriba abajo, ni que tu Whatsapp esté permanentemente en línea. Total, seguramente que de las cuatro horas que te pasas encerrado o, en el mejor de los casos, en la biblioteca, diez minutos los has dedicado a preparar el examen.
Y por último, estamos los mayores, dentro de los que ya me incluyo no sé muy bien si por edad o por experiencia en acarrear con esta retahila de excusas. Estamos los que nos creemos con derecho a decidir si ir o no según el pie con el que nos levantemos y pese a ello exigir condiciones. Nos creemos con la potestad de recriminar decisiones de alguien que, por lo general, sabrá un poco más de basket que nosotros y se ceñirá a unas normas que nos toca la moral tener que cumplir. Estamos nosotros, los mayores, que no vamos a entrenar pero queremos cuarenta minutos, treinta puntos, veinte rebotes, diez asistencias y una palmadita en la espalda por lo maravillosos que somos. Ahí, ahí, que se note que desde la cantera se ha hecho hincapié en la educación deportiva, en los valores de un deporte en equipo, en el compromiso y la economía del esfuerzo en detrimento de resultadismos y elitismos. Que se note, que se sienta. Siendo ejemplo de los que vienen por detrás.
No nos engañemos. Esto es fruto de la sociedad en la que vivimos, anclada en la comodidad de quien todo lo tiene en bandeja. Una sociedad en la que nos negamos a dar un paso más si con lo que sabemos y conocemos nos llega para ir tirando. Somos la sociedad del que sobrevive, sin demasiado interés en vivir. Y esto también ocurre en el basket. Que se olvidan los valores. Que se confunde el invertir tiempo con perderlo. Que se imponen individualidades al equipo. Que se entiende como un capricho del niño por hacer lo mismo que sus compañeros, no como un deporte que aporta bienestar físico y mental, favorece la socialización, la integración, la empatía y el sacrificio ligado a una competitividad que siempre deberá de ser sana.
En definitiva, que hoy no podrá ir a entrenar. Ni mañana. Ni pasado. Pero el día que realmente no pueda, por lesión, por causas de fuerza mayor, tú como adulto te arrepentirás de haberle privado de la libertad de elegir, de no haberle ayudado a organizarse porque tiempo lo hay seguro siempre y cuando permanenzcan las ganas. Y yo, como vosotros y vosotras, como seres independientes y autónomos, nos arrepentiremos de no haber disfrutado del balón, de la cancha, de lo que el entrenador de turno al que le tenía manía me pudo haber enseñado mientras me escudé en cien mil y una excusas y de lo que, al menos para mí a día de hoy, más que un hobbie, es un modo de vida.
Como diría un gran profesor y mejor persona:
“Bico que teña, alomenos, o grandor do mundo”.
María Limeres

sábado, 11 de febrero de 2017

Características del estilo Shito-Ryu

Es conocido por todos los practicantes de Shito-ryu, que este estilo es uno de los más antiguos, el que más katas tiene y como no uno de los más practicados en todo el mundo y que mantiene más la pureza dentro de los estilos originarios de Okinawa.
Mucha bibliografía consultada, investigaciones en Internet, preguntas a diferentes profesionales y un largo etc., y aparte de ciertas puntualizaciones, datos históricos de la vida y obra del Maestro Kenwa Mabuni de la evolución del estilo, ramas, maestros, etc. Es muy difícil por no decir casi imposible ir más allá de estos datos, por otro lado por todos conocidos.
Como dice algún profesional, “Del estilo Shito-ryu hay mucho que aprender pero poco donde informarse”.
Los profesores de este estilo siempre insistimos en los movimientos flexibles, penetrantes, veloces, con una contracción muy rápida de movimientos. Cuando se observa el trabajo técnico, el espectador profano se ve sorprendido por el hecho de que su pegada parece un latigazo. En el estilo Shotokan por ejemplo, el entendido aprecia en la “pegada” una sensación como de más penetración, por lo que podría dar la impresión de más “kime”. El contacto en Shito Ryu es más puntual, como se dice técnicamente más “kewanashi”, con la intención de retirar rápidamente el brazo para encadenar otras técnicas.
El estilo Shito-Ryu esta fundamentado en la movilidad, sobre los desplazamientos, basado en numerosas esquivas evitando el choque con la técnica del atacante. Esto no significa que no se bloquee, lo cierto es que al realizar continuas esquivas el cuerpo desaparece de la trayectoria del ataque.
A diferencia del Goju-ryu, donde la dureza y los movimientos cortos son su característica, el estilo Shito-ryu es un estilo más largo y fluido.
Estas características servirían para diferenciar el estilo Shito-Ryu de otros estilos, por lo demás sus técnicas poseen la misma base común de los principales estilos con algunas variantes particulares; por ejemplo el Zenkutsu-dachi es menos acentuado, más altos en los ataques que en las defensas, los Kokutsu-dachis son más amplios en los katas de Shuri-te y más cortos en los de Naha-te, trabajándose igualmente el Hanmi-kokutsu-dachi similar al de Shotokan.
CARACTERISTICAS
Después de la exposición hecha sobre el Shito-ryu, concretaremos lo siguiente:
Las características especiales de Shito-ryu, al poseer tanta riqueza de técnicas de trabajo es muy amplia y por lo tanto su aprendizaje debe tener una cuidada base técnica. Así como otras escuelas buscan el trabajo interior o la condición física, Shito-Ryu centra sus trabajos en el desarrollo de las técnicas aplicadas a la defensa personal.
Como sabemos, el Maestro Kenwa Mabuni estudio, con Maestros del Ninjitsu y del Kobudo y muchos de sus bunkais de Katas se realizan gran variedad de desplazamientos, luxaciones, estrangulaciones y proyecciones.
Posiciones como Zenkutsu dachi, Moto dachi, Shiko dachi, Nekoashi dachi, Kokutsu dachi (antiguo), Sanchin dachi….
Defensas dobles: Yuyi-uke, Morote-uke, Kosa-uke siendo muy corriente el realizar un ataque simultáneo a la defensa.
Así como trabajos de respiración y concentración, se definen como sus características principales.
¿DE DONDE VIENE EL NOMBRE SHITO-RYU?
Mabuni Kenwa, aunque había recibido enseñanza de varios maestros de la época,  los principales fueron Higahonna e Itosu, por lo que puso el nombre a su estilo mezclando los nombres de sus Maestros principales. SHITO es un sonido diferente (y kanjis diferentes) de los dos nombres.

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“ShiShu” = Itosu
“To on na” = Higahonna



EL SIMBOLO
El símbolo que eligió como representación del estilo fue el mismo escudo de la familia Mabuni, inspirando la idea de dos personas que se encuentran frente a frente envueltos por la armonía.
A continuación realizare un desarrollo “personal”, de mi experiencia en el estilo y de estas generalidades, expresadas de una forma muy grafica, basándome en el “Go do shin” o los cinco principios básicos del Shito Ryu y el método Mabuni agrupado en cinco conceptos diferenciados, agrupando otros conceptos que harán más comprensible y pedagógico el aprendizaje de las características del estilo Shito- Ryu.
1GODOSHIN
1GO UKE NO GENRI
2 GO ASHI
3 GO WAZA
4 GO HIJI ATE
5 GO KOKIU HO6 GOHON KUMITE7-GOHO REI8 TOITSU KATA HEIAN9 YAKUSHOKU KUMITE10 GOHON GERI
Artículo extraído del blog Rincón del Do

lunes, 30 de enero de 2017

Entreno de profesores del Método Hirota

GRUPO DE PROFESORES DE UNIÓN SHITO-RYU ESPAÑA

El pasado 28 de Enero en las instalaciones del Honbu-Dojo de Unión Shito-Ryu España, se dió cita el entreno de tecnificación de profesores de nuestra organización.

Dicho entreno como ya es costumbre fue dirijido por el Shihan Santiago Cerezo con el fin de que con éstos entrenamientos de carácter semestral,  se mantenga el espíritu y la esencia, así como el rigor técnico de las enseñanzas y el legado que nos dejó el Maestro Yoshiho Hirota.

Tras entrenar se celebró una asamblea para planificar entre otras cuestiones próximos eventos de la temporada en curso, tras la misma y con la  filosofía que caracteriza a nuestra organización, se cerró la jornada con la celebración de  un almuerzo entre camaradas.


jueves, 19 de enero de 2017

El Kangeiko


El Kangeiko, literalmente “entrenamiento con el frío”, es una tradición entre los artistas marciales de Japón. Su significado es el de someternos voluntariamente a un ejercicio de dureza física en condiciones de clima adversas para fortalecer nuestra determinación, entrenar nuestra capacidad de concentración en circunstancias extremas y superar nuestros miedos, construyendo así una mente más fuerte, con mayor capacidad de resistencia al estrés, adiestrada para vencer las constantes acometidas que nos arroja la vida cotidiana. 

A nivel espiritual, existe la creencia de que el mar es un “purificador” de energía, por lo que se da la bienvenida al nuevo año con un baño en el agua helada, que depura nuestro cuerpo de toda energía negativa. De esta manera, como en muchas otras tradiciones culturales, se da de nuevo comienzo al ciclo, con espíritu renovado, olvidando todo aquello que nos perturba, con el compromiso de regenerar nuestras emociones, para continuar nuestras vidas con una nueva perspectiva más optimista, que nos permita dejar atrás aquellos sentimientos que impiden que avancemos en nuestro Camino, olvidando así todo impulso negativo que se opone a nuestro crecimiento personal y a nuestra felicidad individual. 

Podemos entender esta metáfora existencial como una forma física en la que nuestra mente acepta el cambio y se predispone a vaciarse de las emociones negativas que la esclavizan y le impiden “ver” con claridad. Todo miedo, preocupación y sentimiento negativo, queda olvidado en el mar. 

El Kangeiko es un entrenamiento en la Naturaleza. Si has entrenado Karate en un entorno natural, sabrás que es una experiencia diferente y reconfortante. El entrenamiento en la intemperie estimula los sentidos, proyectando en nuestro espíritu unas emociones a menudo dormidas, que despiertan en nuestro interior una sensación de bienestar, y nos recuerdan nuestra verdadera esencia. Un estado de calma y felicidad sencilla, que nos hace tomar consciencia de que formamos parte de un entorno más grande, en el que todo está conectado. En este ambiente, nos resulta más fácil respirar, y sentir la plenitud de la existencia. 


Entrenar en la Naturaleza también nos brinda la oportunidad de descubrir los pequeños detalles de los que eran conscientes los guerreros de antaño, de los que podemos encontrar consejos, por ejemplo, en el Libro de los Cinco Anillos, de Miyamoto Musashi, o en El Arte de la Guerra, de Tsun Zu, en los que los autores hacen referencia a las condiciones del medio, como el nivel del terreno o la luz del sol al luchar con un adversario. 

A menudo olvidamos que el suelo no es llano, y ni siquiera está “acolchado”. Todas estas pequeñas variables eran de suma importancia antiguamente y no es despropósito detenerse de vez en cuando a observarlas, sobre todo porque obligan a nuestra mente a mantenerse alerta sobre el más mínimo detalle, y es una manera más de entrenarse en la vía de la perfección, que no puede KANGEIKO alcanzarse nunca, pero que nos permite, mediante la práctica constante, situarnos cada vez un poco más cerca. 

Por último, el Kangeiko es un encuentro de karatekas, en el que hacemos algo juntos que forma parte de nuestra pasión, y que podemos vivir de una manera especial en un día diferente. Asimismo, es también un reencuentro con karatekas con los que habitualmente no podemos coincidir en los entrenamientos, y con karatekas que por circunstancias actuales no pueden venir a practicar al dojo, pero este día hacen el esfuerzo de reunirse con sus compañeros y practicar el Arte del Karate compartiendo con ellos la misma pasión y energía. 

En Okinawa, algunas escuelas prolongan esta práctica durante los tres meses de invierno para fortalecer el espíritu. Nosotros lo hacemos una vez al año. No dejemos que se pierda esta tradición, que refuerza los valores del Bushido en nuestra vida moderna y a menudo caóticamente desbocada. Abandonemos por un momento nuestra línea de confort para dedicar un instante a fortalecer nuestro karate interior. Os invito a participar de esta experiencia valiosa, que siempre merece la pena revivir. 

Os espero entre tierra y agua. Bienvenidos al Kangeiko.

 Samuel Martínez

martes, 10 de enero de 2017

Enseñanzas e investigación de Mabuni

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El Karate Shitō-Ryū de Mabuni se esparció rápido en Ōsaka, Kōbe y Kyōto, y es hoy junto con Gōjū-RyūWadō-Ryū y Shōtōkan, uno de los cuatro principales estilos japoneses de Karate. Mabuni escribió sus creencias y filosofías acerca del Karate en cuatro libros importantes: ‘Karate-jutsu‘ (Las técnicas de la Mano Vacía, circa 1933), ‘Kobō Jizai Goshinjutsu Karate Kenpō‘ (El libre Método del Puño de la Mano Vacía como Arte de Autodefensa, 1934), ‘Sêpai no Kenkyū‘ (Investigación sobre Sêpai, 1934) y junto con Nakasone Genwa (1895-1978) ‘Karate-Dō Nyūmon‘ (Introducción al Camino de la Mano Vacía, 1ª ed. 1935, 2ª ed. 1938). Mabuni también escribió para ‘Karate Kenkyū‘ de Nakasone Genwa (Investigación sobre la Mano Vacía, 1934) los dos capítulos ‘Kata wa Tadashiku Renshū Seyo‘ (Practicar Kata Correctamente) y ‘Kumite no Kenkyū‘ (Investigación sobre Kumite), así como para el colosal trabajo de Nakasone ‘Karate-Dō Taikan‘ (Visión general sobre el Camino de la Mano Vacía, 1938) un capítulo sobre la forma ‘Aragaki Sōchin‘, y varios artículos de periódico. Mabuni también tenía pensado un libro sobre las formas ‘Sōchin‘ y ‘Kururunfa‘ (Gojū-Ryū Karate-Dō Kenpō, Sōchin y Kururunfa). Para Mabuni estos katas habrían sido de mayor interés, ya que contienen técnicas especiales de grappling, e inusuales proyecciones y cabezazos invertidos al plexo solar. Aunque el libro fue anunciado en otras publicaciones, nunca se escribió.

No obstante, Mabuni es también, a juzgar tanto por la cantidad como por la calidad de sus publicaciones, uno de los líderes de su era. Todas las fotografías en sus publicaciones demuestran su destacado nivel técnico. Sus técnicas parecen bastante maduras y extremadamente precisas en su ejecución. Mabuni debió haber estado casi obsesionado con el ‘Arte de la Mano Vacía’ y haber absorbido toda la información disponible como una esponja. “Lo único por lo que era voraz era el Budō” informa su hijo Kenei. Conocía ambos elementos de Shuri- y Naha-Te como ningún otro, y los combinó en su síntesis única: Shitō-Ryū. La influencia de la escuela Aragaki y el Baihe Quan de Go Kenki puede encontrarse también en el estilo todavía hoy. La versatilidad de Mabuni es claramente evidente por su uso de un impresionante número de 53 katas. En su época, esta elevada cantidad de katas específicos del estilo era casi inigualada. Lo más probable es que Mabuni fuera exactamente consciente de la singularidad de su conocimiento y que hiciese su selección especialmente para preservar un amplio espectro de katas para las generaciones siguientes. Quizá Mabuni también quiso mostrar la complejidad y diversidad del patrimonio cultural de Ryūkyū, y evitar un mayor estereotipado de “estilo de lucha de granjeros”.
En vista de la cantidad de katas de Shitō-Ryū, uno tiene que tener en cuenta que el propio Mabuni nunca consideró que una comprensión profunda de todos estos katas fuera realmente importante para la maestría de su estilo. Como Funakoshi Gichin, Mabuni era también defensor de la máxima ‘Hito Kata sannen‘. Tres años de práctica constante de un kata era en aquellos días la cantidad que muchos maestros consideraban mínima, hasta que enseñaban el siguiente a sus alumnos. Mabuni también era de esta opinión y siempre recomendó calidad por encima de cantidad. En su libro ‘Kōbō Jizai Goshinjutsu Karate Kenpō‘ escribió: “En el pasado, había pocos expertos en Karate-Jutsu que conocieran muchos katas. Si te especializas y estudias sólo unos pocos katas, entonces serás un estudiante serio de Karate-Jutsu.” En otro sitio, en ‘Karate Kenkyū‘ de Nakasone Genwa, Mabuni escribió: “Si se practican correctamente, dos o tres katas son suficiente como “tus” katas. Todos los demás deberían ser estudiados simplemente como una fuente de conocimiento adicional. Amplitud, no importa cuanta, significa poco sin profundidad.” Para Mabuni, el estudio de kata contenía no sólo técnica, sino también su análisis (bunkai) y aplicación con un compañero (Ōyō). En su artículo de kata en ‘Karate Kenkyū‘ escribió: “[…] El kata debe ser practicado correctamente, con una buena comprensión del significado de su bunkai.” Similar a eso, escribió en ‘Seipai no Kenkyū‘ sin lugar a dudas: “El movimiento del kata está hecho para ser utilizado en un encuentro real […]”. Probablemente también en vista de las varias posibilidades de katabunkai, aconseja al lector en ‘Karate-Dō Nyūmon‘: “La técnica es infinita, la arrogancia no es deseable“.

Esta unidad de forma y aplicación se hace patente en casi todas las publicaciones de Mabuni. En sus trabajos sobre SeipaiSeiunchin o Aragaki Sōchin no sólo presenta explicaciones de los movimientos en particular, sino que siempre también información elaborada y completamente ilustrada sobre su aplicación. Además de eso, las cuatro fotografías de su artículo ‘Kumite Kenkyū‘ pueden asociarse fácilmente a katas Shitō-Ryū.


Las declaraciones de Mabuni con respecto a la aplicación de las técnicas son como siempre, especialmente en comparación a otras publicaciones contemporáneas, muy detalladas y ofrecen tanto excepcional amplitud como asombrosa profundidad. Por ejemplo en ‘Seipai no Kenkyū‘, no sólo demuestra técnicas de golpe (Tsuki-), recepción (Uke-) y patada (Keri-Waza), sino también proyecciones (Nage-), manipulación de articulaciones (Kansetsu-) y técnicas de respuesta (Gyaku-Waza) contra inmovilizaciones y agarres. También digna de mención es la respuesta de Mabuni contra una ‘inmovilización de hombro por la espalda’ (Ushiro-Kata-Gatame) basada en la forma ‘Pinan Sandan‘, que presenta en ‘Karate-Dō Nyūmon‘. Además escribió en el mismo trabajo: “Los katas de Gojū-Ryū contienen muchas proyecciones interesantes y técnicas de inmovilización de articulaciones, que no han sido enseñadas en Tōkyō [hasta ahora]. Los practicantes de este sistema nunca deberían descuidar su estudio de estas proyecciones.”

Mabuni se centro pronto en la enseñanza e investigación de Karate. Ya la fundación de la ‘Karate Kenkyūkai‘ en 1918 (Taishō 7) [‘Karate Kenkyū Kurabu‘ desde 1925 (Taishō 14) en adelante] era algo novedoso y condujo a una extraordinaria asociación, que incorporó varios estilos y consiguió una calidad en sus miembros que todavía no ha sido igualada.
Bajo su entusiasmo por el kata, Mabuni también tenía mucho interés en la capacidad del Karate para ser un instrumento de educación física. Uno de los objetivos más importantes de su trabajo fue también promover la difusión del Karate bajo es aspecto de fomentar la salud, para mejorar el bienestar de la población en general. Mabuni veía el Karate como una práctica excelente de educación física y constantemente resaltaba este aspecto tan importante. En su trabajo ‘Karate-Dō Nyūmon‘, escribe en gran profundidad sobre las influencias positivas del entrenamiento de Karate sobre cuerpo y mente. En cooperación con una universidad de medicina fue capaz de incluso demostrar estos efectos parcialmente mediante pruebas de sangre y orina.
Otra importante piedra angular de su investigación es la primera edición del ‘Bubishi‘ en 1934 (Shōwa 9). Este legendario texto chino ha sido transmitido durante generaciones entre maestros de Karate de Okinawa y ha tenido una influencia importante sobre la investigación y comprensión de personas como Higashionna Kanryō, Funakoshi Gichin, Itosu Ankō, Shimabukuro Tatsuo (1908-1975) y muchos otros. Para Yamaguchi Gōgen (1909-1989) el ‘Bubishi‘ era “el texto más preciado” y Miyagi Chōjun incluso lo llamó “la biblia” del Karate.
Mabuni fue también, y sin lugar a duda, uno de los mayores visionarios del Karate. En una época en la que las mujeres eran las absolutamente excluídas en el Dōjō de Karate, Mabuni desarrolló un concepto especial de autodefensa para ellas. A petición del gobierno japonés, Mabuni, junto con Konishi Yasuhiro y bajo la asistencia de Ueshiba Morihei, ideó el kata ‘Sauce Verde’ (Aoyagi o Seiryū). Estas técnicas especiales del Shitō-Ryū de Mabuni y el Jūjutsu Konishi abarcan y toman en consideración la anatomía del ‘sexo débil’. El kata de Mabuni Miyojo (Venus) es otro producto de su investigación en este campo, al que incluso quería dedicarle un libro especial (‘Mabuni-Ryū Karate-Dō Kenpō Joshi Goshin-jutsu‘). Lamentablemente este proyecto permaneció inacabado.
En vista de todos estos logros no es sorprendente que Mabuni fuera mantenido en tan alta estima entre los maestros de Karate tanto japoneses como okinawenses. En el campo de la lucha sin armas, era considerado comúnmente un “verdadero experto“, como informó su hijo Kenei posteriormente.Su capacidad en kata era especialmente bien respetada. Según su hijo Kenzo (1927-2005), Mabuni conocía en total más de 90 katas distintos. Su otro hijo, Kenei, indica una cantidad incluso mayor, cuando dice que “el 70 por cien de los katas” que su padre “había estudiado se han perdido hoy en Okinawa“.
Teniendo esto en consideración, Funakoshi Gichin dijo una vez: “Si quieres saber sobre kata, pregúntale a Mabuni Kenwa” y le llamó “destacado profesor de Budō” y “la fuente más rica de técnica e información de Karate-Jutsu de esta era”. Motobu Chōki (1870-1944), uno de los expertos en kumite de Ryūkyū, dijo: “Para técnica, no hay nadie mejor que Mabuni Kenwa“. En público era conocido simplemente como “Mabuni el técnico“. La destacada dedicación de Mabuni atrajo tanto el respeto sincero como el reticente. Por su naturaleza agradable y su excepcional dedicación al arte del Karate, era difícil para los demás odiarle realmente o desacreditarle. “Mabuni podría haber sido fácilmente un hombre rico en varias ocasiones si hubiese querido aprovecharse de su popularidad. Era apreciado por todo el mundo, quizá envidiado por algunos, pero odiado por nadie.“, dijo una vez Ōtsuka Hironori sobre esto.

Es difícil formarse una opinión de la capacidad de lucha de Mabuni. A diferencia de otros maestros del Karate okinawenses, no hay muchos informes sobre altercados en la vida de Mabuni. Según Sakagami Ryūshō y el hijo de Mabuni, Kenei, habría tenido que utilizar sus habilidades con bastante frecuencia durante su época como policía. Kenei también expone que su padre a veces ejerció como árbitro en Kake dameshi, ‘peleas de desafío’ o ‘intercambio de técnicas’. Estas peleas normalmente tenían lugar en esquinas de la calle, en jardines y otros lugares públicos por las tardes o noches. Normalmente había testigos y todas las técnicas estaban permitidas. Debería señalarse que estos eventos eran principalmente luchas de fuerza por el bien del aprendizaje, de modo que “el oponente no era apaleado si compasión“. La idea principal era “detectar puntos fuertes y defectos de equilibrio“. Según otra declaración de Kenei, el mismo Mabuni habría sido desafiado con frecuencia a tales peleas y normalmente las aceptaba.
Similar a Funakoshi Gichin, Mabuni era también un estricto opositor del combate libre (Randori) en su entrenamiento. No obstante, es evidente que experimentó con bastante frecuencia con diferentes tipos de protecciones (Bōgu). Mabuni también hizo mucho hincapié en la práctica de combate preestablecido. Aunque su principal interés yace en la práctica y análisis del kata, Mabuni entendió los muchos defectos de entrenar exclusivamente en kata para el dominio del Karate. En su artículo ‘Kata wa Tadashiku Renshū Seyo‘ escribió: “La práctica correcta de kata […] es lo más importante para un estudiante de Karate. Sin embargo, el karateka nunca debe descuidar la práctica de kumite y makiwara.” Si el karateka no obstante desprecia el entrenamiento de kata y se concentra completamente en kumite y makiwara entonces esto, según Mabuni, conducirá a “inesperado fracaso cuando llegue el momento de utilizar tus habilidades“.Para obtener resultados satisfactorios, Mabuni aconseja entrenar con seriedad y emplear el cincuenta por cien del tiempo de entrenamiento en kata y cincuenta por cien en práctica adicional.

Fuente: Leyendas del Karate:
Mabuni Kenwa y su Shitō-Ryū 

Por : Matthias Golinski

sábado, 24 de diciembre de 2016

Nuevos Kyus


Resultados del examen de kyus celebrado en Unión Shito-Ryu España en Diciembre de 2016



CLUBES: SANT JORDI GYM, FESBOLA, C.N.TERRASSA, K.C.HIROTA y DOJO LES CORTS

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  •  CINTO  AMARILLO 
Eduard Boeta 
Lucas Duarte
 Leslie Abisror
Manuel Torrents 
Amanda Bosch
Adan Tarré
Gustaf Svensson
Izan de Miguel
Martí Ramírez
Vicenç García
Manuel Expósito
Alex García
Eugenia Díez
Daniel Cambril
Mohamen Ziany
Mariam Jiménez
Soufian Benabdellah
Sofia Mena
  •  CINTO   NARANJA 
 Alex Sánchez
Anton Vilallonga
Gabriel Mayol
María Berkovits
Eduard Vilaseca
Jesus Velasco
Jonathan Altieri
Jabir Lamzougui
Laura Pociño
Marc García
Omar Belhaima
bernat Montilla
Marcus Stilo

  •  CINTO       VERDE 
Alex Fernandez
Nico Rusiñol
David López
Vanessa Artigues
Alba Sánchez
Carles Passarell
Lucía Trujillo
José Hernández
Mohamed Sahou

  • CINTO     AZUL       
Daniela  Úbeda
Daniel Benjumea
Jaume Anglada
Carla Páez
Oscar López
  • CINTO    MARRÓN  
Oscar Ruano
Pol Frade
Alex Sánchez
María Estrella


!ENHORABUENA A TODOS¡

jueves, 22 de diciembre de 2016

Siete medallas del CN Terrassa en el Campeonato de Cataluña de Kyus




El CN Terrassa logró siete medallas (tres de plata y cuatro de bronce) en el Campeonato de Cataluña de Kyus kata y kumite de karate que se celebró el pasado sábado en el Pabellón de Deportes El Sorralet de Montornès del Vallès. El club egarense acumuló dos podios en la categoría kumite cadete femenino cinturón naranja y verde más de 53 kilos. Carla Páez se colgó la plata, mientras que su compañera Alba Sánchez obtuvo el bronce. A su vez, Alberto Claras consiguió la plata en kata juvenil masculino cinturón naranja y verde, mismo éxito que obtuvo Paula Lorenzo en kata infantil femenino cinturón naranja y verde. Completan la lista de medallas los bronces de Cristina Molina en kata cadete femenino cinturón naranja y verde, de Iván Lopera en kata cadete masculino cinturón azul y marrón y de Esther Sánchez en kata infantil femenino cinturón amarillo.